23 abr 2012

Orgasmo femenino

Lamento haber tenido el blog algo abandonado, los temas académicos me quitan harto tiempo. Aún así, no podía dejar pasar una gran noticia: uno de los misterios evolutivos ligados a la sexualidad humana más añejos ya no lo es tanto... Me refiero a la evolución del orgasmo femenino.

Desde la perspectiva masculina, el orgasmo no tiene mucho misterio: es imprescindible para que el macho eyacule y pueda dejar descendencia. Si no hay orgasmo, no hay hijos. Explicar el orgasmo femenino desde una perspectiva evolutiva es más complicado, ya que durante mucho tiempo no pareció tener una razón clara. Se especuló con varias teorías: se decía que desencadenaba efectos fisiológicos y bioquímicos que aumentaba fortalecía el lazo con su pareja (sin embargo, fisiológicamente, el orgasmo masculino es muy similar y eso no impide que sean más promiscuos). Jay Gould postuló que no tenía ninguna función: era un mero accidente evolutivo consecuencia del clírtoris (que es un pene atrofiado).

Ha surgido otra explicación: se publicó en Psychologytoday un estudio llevado a cabo por los biólogos británicos Robin Baker y Mark Bellis en el cual se argumenta que el orgasmo es un mecanismo que tiene la fémina para asegurar que el mejor semental sea el que la fertilice. Los biólogos registraron el tiempo de orgasmo en más de trescientas relaciones sexuales, y tomando la eyaculación masculina del flujo vaginal, descubrieron que cuando una mujer llega al orgasmo un minuto antes o hasta 45 minutos después de que su pareja eyacule, retiene mayor cantidad de esperma que si no tiene un orgasmo. Cuando su orgasmo precede más de un minuto al de su pareja retiene poco esperma.

Encuentro que es una muy interesante adaptación evolutiva que podría arrojar luz sobre cierta promiscuidad femenina. Hay suficientes pruebas que apoyan el esquema de hombres con 2 o 3 mujeres en el pasado formando pequeños harenes, pero esta estrategia me invita a pensar que en algún pasado más remoto (o quizás al mismo tiempo, mediante intercambios de pareja) la promiscuidad femenina era mucho más relevante.

Un último detalle del estudio: se observó una correlación entre fingir un orgasmo y coquetear con otros hombres, lo que podría indicar que fingir orgasmos es la forma más fácil que tiene una mujer con varios amantes de evitar la sospecha de su pareja, dándole seguridad a través de su “orgasmo”. Aún así, hay que saber hacer bien las cosas, porque sino por muy buena actriz que sea, ni siquiera nos mereceremos el esfuerzo de que le mientan a uno... Un ejemplo de lo que no hay que hacer:



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